Rusen
Cakir, Diario Vatan, 11.04.2014
Uno de los primeros nombres de los que nos acordamos al hablar del periodismo independiente y libre mundial es el norteamericano Seymour Hersh. El hecho de que la condición de “buen periodista” de Hersh haya sido confirmada reiteradamente no significa, sin duda, que cada noticia redactada por él sea incondicionalmente correcta. Sin embargo, si una noticia importante está firmada por él, no tendrá ninguna credibilidad ni sentido despreciar aquella noticia por algún motivo, ni ponerse a dar una lección a Hersh sobre la “relación con las fuentes de noticia” que es uno de los fundamentos de esta profesión. Por lo tanto, tenemos que tomar en serio la noticia firmada por este periodista norteamericano, según la que el Frente de Al Nusra, vinculado con Al Qaeda, era el responsable del ataque químico perpetrado el pasado 21 de agosto contra Guta, un barrio periférico situado en el este de Damasco, y según la que esta organización alcanzó el gas sarín con la ayuda de Ankara.
Uno de los primeros nombres de los que nos acordamos al hablar del periodismo independiente y libre mundial es el norteamericano Seymour Hersh. El hecho de que la condición de “buen periodista” de Hersh haya sido confirmada reiteradamente no significa, sin duda, que cada noticia redactada por él sea incondicionalmente correcta. Sin embargo, si una noticia importante está firmada por él, no tendrá ninguna credibilidad ni sentido despreciar aquella noticia por algún motivo, ni ponerse a dar una lección a Hersh sobre la “relación con las fuentes de noticia” que es uno de los fundamentos de esta profesión. Por lo tanto, tenemos que tomar en serio la noticia firmada por este periodista norteamericano, según la que el Frente de Al Nusra, vinculado con Al Qaeda, era el responsable del ataque químico perpetrado el pasado 21 de agosto contra Guta, un barrio periférico situado en el este de Damasco, y según la que esta organización alcanzó el gas sarín con la ayuda de Ankara.
Dos
guiones
Ninguno de los desmentidos expresados contra Hersh ha sido capaz de reducir el efecto que ha creado esta noticia; al contrario, la debilidad de los desmentidos fue percibida como el indicio de que el periodista escribió la verdad. No dispongo de fuentes de noticias que confirmen o que desmientan la noticia de Hersh, sin embargo, partiendo de algunos sucesos ocurridos en los últimos meses, pienso que puede que se trate de dos guiones generales:
Ninguno de los desmentidos expresados contra Hersh ha sido capaz de reducir el efecto que ha creado esta noticia; al contrario, la debilidad de los desmentidos fue percibida como el indicio de que el periodista escribió la verdad. No dispongo de fuentes de noticias que confirmen o que desmientan la noticia de Hersh, sin embargo, partiendo de algunos sucesos ocurridos en los últimos meses, pienso que puede que se trate de dos guiones generales:
1) Ankara
se metió realmente en aquel ataque químico para obligar a Washington a entrar
en guerra en Siria, como escribe Hersh. La administración norteamericana,
consciente de ello, y para no perder a Turquía con la que coopera
estratégicamente en una serie de materias, inició un proceso de debilitamiento
contra el Primer Ministro R. Tayyip Erdogan y el Subsecretario de la Organización
de Inteligencia Naciona (MIT), Hakan Fidan, a quienes responsabilizaba de este
suceso, con el propósito final de liquidar con ellos.
2) A
pesar de que Ankara no ha tenido nada que ver con el ataque en Guta, la
administración de Washington, que quiere deshacerse de Erdogan y de Fidan por
otros motivos, permitió la difusión de estas especulaciones, incluso, las
promovió para debilitarles.
Reconsiderar
la crisis del MIT
A la luz
del artículo de Hersh tiene un sentido mayor el hecho de que al Presidente de
la República Abdullah Gul, que se encontraba en Nueva York por motivo de la
reunión de la Asamblea General de las NNUU, en septiembre pasado (es decir,
poco después del caso de Guta), se le haya preguntado, repetidas veces y en
distintas plataformas, si Ankara estaba vinculada con Al Qaeda, especialmente
con Al Nusra, en Siria.
A la luz
del artículo de Hersh, se aclaran aún más los mensajes indirectamente
transmitidos entre las líneas del otro artículo publicado a principios del
pasado octubre en Wall Street Journal, con los títulos de “El jefe de la
inteligencia turca ha determinado su propio camino en Siria”.
Después
de leer el artículo de Hersh, se entiende mejor por qué las grabaciones de
audio de la escucha ambiental realizada en la reunión celebrada entre cuatro
autoridades de alto nivel turcas sobre Siria en el despacho del Ministro de
Asuntos Exteriores Ahmet Davutoglu, se hicieron públicas mientras faltaban sólo
unos días para las elecciones.
Después
de leer el artículo de Hersh, hay que reconsiderar el caso de la detención de
los contenedores del MIT en la frontera turco-siria, el proceso de la operación
anticorrupción del 17 de diciembre, especialmente, el tiempo de este proceso y,
partiendo de allí, las relaciones globales de la comunidad de Fetullah Gulen.
Incluso, hay ir aún más atrás y reconsiderar la crisis del MIT, estallada el 7
de febrero de 2012, cuyo objetivo principal era Hakan Fidan.
Teniendo
en cuenta que Fidan fue colocado en el blanco cuando la cuestión siria no
estaba aún en el orden del día, es evidente que el problema no podrá entenderse
solamente sobre el terreno de la relación con Al Qaeda.
Junto con
ello, siendo un periodista que ha investigado ampliamente y que ha reflexionado
sobre Al Qaeda, tengo que subrayar lo siguiente: Uno de los errores más graves
que un Estado puede cometer es creer que puede utilizar a Al Qaeda y tratar de
hacerlo.
Una de
las cosas más desagradables que puede pasar a un Estado es que su nombre se vea
asociado con Al Qaeda, a pesar de no tener ninguna relación con ella.
Ankara
debe invalidar lo antes posible y rotundamente las acusaciones, según las que
tiene directa o indirectamente relación con Al Qaeda.
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