Diario Haberturk, 21.10.2014
1- ¿POR QUÉ TARDÓ LA AYUDA?
En primer lugar, se
pensaba que el EI(IL) iba a tomar fácilmente el control de Kobane y que las
ayudas no iban a servir para nada. Es decir, las previsiones referentes a la
caída de Kobane no dominaban sólo en Ankara, sino, por ejemplo, en Washington
también. En segundo lugar, Ankara se opuso enérgicamente a que se ayudara con
armas, especialmente con armas pesadas, al PYD y al YPG, que es la extensión
militar del primero, resaltando la probabilidad de que estas armas fueran
traspasadas a los militantes del PKK en Turquía. Y recomendó a sus aliados,
principalmente a EEUU, que se mantuvieran distantes a Kobane.
2- ¿POR QUÉ AHORA?
En primer lugar, Kobane
no ha caído a pesar de la existencia de una manifiesta desigualdad de armas que
podríamos resumir como “Kalashnikov contra el tanque”. Ante ello, la coalición
internacional intensificó los bombardeos contra las localidades del EI(IL). El
suministro de armas y municiones y el traslado de refuerzos a Kobane se
incluyeron en la agenda, cuando los bombardeos aéreos realizados en
coordinación con el YPG dieron resultados eficientes y cuando apareció la probabilidad
de que el EI(IL) fuera vencido.
3- ¿QUIÉN DESEMPEÑA EL PAPEL CLAVE EN LA AYUDA?
Puesto que iba a
ser problemática alguna ayuda directa hecha tanto por Washington como por
Ankara al PYD/YPG, que está vinculado ideológica, política, e incluso
organizacionalmente con el PKK, la Administración Kurda Regional de Irak (KBY)
intervino para hacer llegar dichas ayudas.
Las relaciones entre Erbil y Kandil empezaron a mejorarse durante la
lucha conjunta contra el EI(IL) en las regiones como Sinjar, Mahmur y Kirkuk. Podríamos
considerar la ayuda a Kobane como la expresión del agradecimiento del KYB también.
Además, podemos esperar que el PYD, en administración de los kurdos de Rojava
(Siria), de una cuota a las personas y organismos que tengan la línea de Mesud
Barzani.
4- ¿CÓMO SE CONVENCIÓ ANKARA?
El Gobierno del AKP
aplicó desde el principio una estrategia errónea sobre Kobane. Esta política
errónea causó comentarios en el interior y exterior del país, como el de que
Ankara deseaba la caída de Kobane. Además de que llegara a ser fuerte la
probabilidad de que Kobane no se cayera, el riesgo de que las últimas manifestaciones
se repitieran y, paralelamente a ello, el riesgo de que el proceso de la
solución se pusiera en peligro parecen haber sido los factores determinantes
para que Ankara corrigiera este error.
5- ¿QUÉ PUEDE PASAR DE AHORA EN ADELANTE?
Ya no parece
posible que Kobane caiga fácilmente. Esta experiencia será muy útil para la
coalición internacional en su lucha contra el EI(IL) en Siria y en Irak. Por supuesto
que el hecho de que se haya cooperado directa o indirectamente con el PKK
cambiará los equilibrios tanto en la región como en Turquía. Si el gobierno
turco desarrolla a partir de ahora políticas racionales, la no caída de Kobane
puede ayudar a Turquía para solucionar la cuestión kurda y para desempeñar un
papel más activo en su región.
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